Polígrafo valenciano europeísta Vicent Salvà

Periódico: 
Las Provincias
05/11/2022

 

La Historia es la memoria de los tiempos. El rey Alfonso el Magnánimo nos recordó a través de su secretario Arnau Fenolleda que los grandes hombres del pasado habrían caído en el olvido de no haber sido por los escritores que relataron sus gestas. Si los hechos no son encomendados a la escritura, desvanecerán pronto de la memoria de las generaciones futuras. Sólo la Historia preserva el recuerdo de los hombres y nos acerca a los ausentes.

Las gestas del Magnánimo fueron narradas por diversos autores. El historiador Bartolomeo Facio, en 1455, las recogió en la obra De rebus gestis y contribuyó a la memoria histórica con una colección de breves semblanzas dedicadas a prohombres: príncipes, soldados, artistas, eruditos, intelectuales que consideró dignos de recordar en su libro De viris illustribus.

Siguiendo su estela y ejemplo debemos rememorar a valencianos ilustres que han dejado secuela en la cultura. Pocos valencianos conocen la biografía del polígrafo europeísta valenciano Vicente Salvá Pérez, a pesar de que tenga una calle dedicada con su nombre en la ciudad de Valencia.  Fue un político, crítico literario, editor y bibliófilo, que nació en Valencia en 1786 y murió por una epidemia de cólera en París en 1849. En 1805 se trasladó a Madrid para opositar a una cátedra de Lengua Griega de los Reales Estudios de San Isidoro, plaza que no obtuvo. Dos años más tarde, en 1807 se le nombró para desempeñar la suplencia de la cátedra de griego en la Universidad Complutense de Alcalá de Henares. Con la Guerra de la Independencia decidió regresar a Valencia.

Las estancias de V. Salvá en el extranjero y sus ocupaciones y acontecimientos políticos internos dejaron profunda huella en la vida de este liberal erudito valenciano.      

La instauración de la Restauración en el trono de España con Fernando VII le indujo a exiliarse en Londres en donde abrió la Spanish and Classical Library. Esta librería adquirió gran prestigio y afluencia entre los bibliófilos ingleses y fue lugar de reunión de españoles exiliados. Allí, acudían, entre otros los significados diputados en las Cortes de Cádiz (1812) Joaquín Lorenzo Villanueva y José Antonio de Canga Argüelles, y el que fuera también diputado a partir de 1822, en el Trienio Liberal, Antonio Alcalá Galiano, etc.  De Londres se trasladó en 1830 a París, donde fundó una nueva librería. En Francia, tuvo ocasión de proseguir con su actividad editora.

Tras liquidar sus posesiones y negocios en el extranjero regreso a su ciudad natal en 1834, siendo elegido de nuevo diputado en Cortes Constituyentes en 1836, militando ahora en las filas moderadas.  Una vez hubo abandonado su actividad política, en 1839, se dedicó a organizar y completar su biblioteca privada. Vicente Salvá, junto con su hijo Pedro, formó una excelente biblioteca, hecho que demuestra su preocupación por el mundo de la cultura y especialmente por la producción literaria.

Nuestro polígrafo introdujo, con traducciones propias y revisadas, ideas de Rousseau, Chateaubriand, Saint-Pierre y de otros que contribuyeron a difundir ideas románticas y liberales en territorio español.

Salvá no fue escritor de obras literarias importantes. La edición y revisión de libros de otros autores y la redacción y constante revisión de su Gramática de la Lengua Española y de artículos que llevaron el título genérico de Bibliografía española antigua y moderna, le privaron de ello.  Nuestro autor expuso sus ideas sobre la materia literaria en las notas y apéndices de su Gramática y en los prólogos y notas a obras de otros creadores que editó.

En conclusión, el polígrafo Vicente Salvá Pérez fue una ilustre personalidad de la vida político-social y cultural de la España del siglo XIX. Su reconocimiento se debe a su polifacética actividad que abarcaba diversos aspectos y campos intelectuales; esencialmente, su faceta de activo y comprometido político, su labor editora y de apasionado bibliófilo, su dedicación docente, sus estudios sobre la lengua y la literatura española y europea y su tarea de crítico literario.                                                    

El filósofo y escritor romano Marco Tulio Cicerón llamó a la Historia: testigo de los tiempos, luz de la verdad, vida de la memoria y mensajera de la antigüedad.