A MODO DE PRESENTACIÓN
por Manuel Chueca Pazos
Académico de Número de la Real Academia de Cultura Valenciana
Director de la Sección de Ingeniería Cartográfica y Geografía
La Sección de Ingeniería Cartográfica y Geografía de la Real Academia de Cultura Valenciana abre sus puertas con las tres publicaciones que siguen a todos aquellos que, desde el rigor científico e investigador, deseen favorecerla con la aportación de sus trabajos en la especialidad enunciada.
Valencia y los valencianos han ocupado lugares de privilegio bien merecidos a lo largo y ancho de la Historia de la Ingeniería Cartográfica, en buena parte todavía por escribir. Las Ciencias y Técnicas Cartográficas en general, la Geodesia, la Topografía, el Catastro y tantas otras actividades tecnológicas relacionadas con la métrica del espacio han ocupado y ocupan la actividad de gentes de nuestra tierra con connotaciones de verdadera brillantez. Hubo un tiempo, allá por los siglos XIV al XVII en que la Ingeniería Cartográfica Portulana de esta parte de la cuenca del Mediterráneo era simplemente, la mejor del mundo, motor del progreso económico y social de Occidente. Y es difícil encontrar un Ingeniero Cartógrafo de la categoría de Jerónimo Muñoz durante toda la época de los Grandes Descubrimientos. Ni un Cartógrafo y Cosmógrafo como Diego Ramírez de Arellano. Durante la Ilustración Jorge Juan, José Chaix, Gabriel Ciscar, José Vicente Tosca, y muchos otros Novatores (y no Novatores) ocuparon la vanguardia tecnológica del progreso científico en la especialidad.
Y se ha llegado hasta nuestros días con una pléyade de profesionales, académicos y no académicos que unen a su juventud biológica la indiscutible madurez y rigor científicos que les permite intervenir con fruto y sin desdoro en cualquier foro cualificado nacional e internacional. Generalmente la edad es un triste privilegio, pero en este caso y para quien escribe estas líneas, supone la satisfacción y orgullo de poder testimoniarlo, argumentarlo si fuera preciso, y presentar hoy a un grupo selecto y de alta cualificación. Maria Jesús Jiménez Martínez, Angel Marqués Mateu, José Manuel Paredes Asencio, y Miriam Villar Cano forman un activo grupo que desarrolla su actividad en la Universidad Politécnica de Valencia en actividades multidisciplinares, docentes e investigadoras, que abarcan desde la Historia de la Ingeniería Cartográfica hasta las modernas Técnicas Microgeodésicas y de Redes Locales, Topográficas y no Topográficas.
Hoy me honro en presentar tres trabajos:
“Jorge Juan y la Geodesia de la Ilustración. Visión técnica e histórica desde el siglo XXI.”, debido a María Jesús Jiménez Martínez, que ha sido calificado con Diez, Matrícula de Honor, y validado para otorgar a la autora el DEA (Diploma de Estudios Avanzados), previo a su Tesis Doctoral, hoy en elaboración.
Lo mismo puede decirse de “Un apunte sobre la Historia de la Ingeniería Cartográfica en el Mundo Occidental: Páginas Valencianas” de Miriam Villar Cano, trabajo con el que ha conseguido su DEA, calificado con Diez, Matrícula de Honor, y también como el anterior en la Universidad Politécnica de Valencia.
Entre ambas publicaciones se realiza un recorrido de notable erudición sobre los más descollantes aspectos de la Historia de la Ingeniería Cartográfica Valenciana. Hago votos porque dediquen un esfuerzo adicional, desplazando el foco hacia los periodos de tiempo que no han estudiado, y completen la tarea emprendida. Sería un servicio a Valencia y su Cultura de gran valor y que hoy por hoy se echa bien en falta.
Finalmente, la publicación “Progreso en la práctica del ajuste gaussiano de una red local: método de triangulateración”, de Maria Jesús Jiménez Martínez, Angel Marqués Mateu, José Manuel Paredes Asencio, y Miriam Villar Cano, representa una extensa, detallada y notable aportación a la determinación e interpretación Matemática y Estadística de resultados en Microgeodesia y Redes Locales. Los autores anuncian que será el primero de a lo menos cuatro trabajos similares, con vocación de presentarse en su dia como tal vez más de una Tesis Doctoral, y publicarse en forma de Tratado sobre la materia enunciada que, indudablemente, no existe hasta donde se me alcanza a fecha de hoy, más que en forma inconexa, incompleta y fragmentada.
El conjunto de la obra descrita supone un esfuerzo a mi parecer importante que ofrecemos al juicio de los lectores de nuestra Revista Digital en la Real Academia de Cultura Valenciana.
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